Para él la resurrección no solo está escrita en los pasajes bíblicos, para él la revancha está sometida al orgullo de un jinete de oro y para él las oportunidades regresan como un boomerang en la historia de los predestinados. Por ello, para todos en la Videna, Claudio Pizarro tiene de eso y hoy repetirá la escena donde el capitán vuelve a la vida.
Y es que a eso se suma el espaldarazo que le ha dado Sergio Markarián durante todo este tiempo, pues Pizarro fue discutido hace algunas lunas por un sector del pueblo. “Nosotros buscamos revalorizar a nuestros referentes, en ese proceso estamos, de recuperar la imagen de aquellos jugadores importantes”, señaló el “Mago” hace unos días.
Sin embargo, ese discurso no solo estuvo sometido al objetivo de recuperar un respeto en el delantero que para él, bajo ningún reproche, deberá llevar el brazalete de caudillo.
“Claudio sabe que está cargando una mochila pesada, él tiene claro que nos tiene que llevar al Mundial”, sostuvo. Entonces, el respiro para el “Conquistador” fue diferente. Ya con el quita presiones de por medio, el artillero volverá a ponerse la franja en el pecho y a cantar a todo pulmón el Himno Nacional.
“Me juego mis últimas Eliminatorias y voy a tratar de dar todo de mí junto a mis compañeros para lograr el objetivo. Esa es la consigna personal que tengo”, afirmó el “Bombardero”.
Ahora tendrá la posibilidad de edificar sus últimos gritos de gol con la blanquirroja. Total, talento y peligrosidad de cara al arco rival le sobran. Es el turno de Pizarro, una oportunidad que seguramente el destino eligió que sea ahora.
Será la hazaña más difícil en su reencuentro con su público, con su estadio, con su camiseta y con una historia que está dispuesto a escribir con la pluma del éxito Hoy más que nunca el “Conquistador” sueña con conquistar nuestros corazones.
